Vamos con todo un portentoso cocido, contundente y sabroso. Para esta receta hemos tomado lo básico de cualquier cocido (carne, gallina...) y para conseguir una nota diferente he añadido unos cuantos componentes salados.
Al contrario de lo que pueda llegar a parecer el resultado no va a ser garbanzos en salmuera si no un cocido con más sabor.
- 1/2 k de garbanzos
- 250 g de carne de ternera
- 1/4 de gallina
- 250 g de costillas de cerdo saladas
- 1/2 pie de cerdo salado
- 1 oreja de cerdo salada
- 1 rabo de cerdo salado
- tocino ibérico salado
- 1 trozo grande de jamón con hueso
- 1 hueso de espinazo salado
- 2 huesos frescos de ternera (caña y rodilla)
- 1 trozo de tocino fresco
- 2 zanahorias
- 3 patatas medianas
- 1 nabo blanco
- unas hebras de azafrán
- verdura al gusto (acelgas, repollo, judias verdes...)
Y para prepararlo es imprescindible que la noche anterior pongamos en agua los garbanzos y todos los ingredientes salados (excepto el tocino que solo lavaremos para eliminar el exceso de sal). Cubriremos bien de agua.
Al día siguiente en una buena olla ponemos a calentar agua. Escurrimos y aclaramos todos los productos que hemos tenido en remojo toda la noche, incorporándolos a la olla junto con el resto de ingredientes, excepto las verduras. Llevar a ebullición, espumar bien y bajar el fuego para que se vaya guisando poco a poco durante 3 horas. Añadimos la zanahoria, patatas y nabo y terminamos de cocer. A parte habremos preparado las verduras que acompañarán a los queridos garbanzos, prepararemos al gusto (hervidas, rehogadas, etc) y nos sentaremos a zampar después de haber dejado lista la sopa. El resultado...ya me lo diréis.
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